lunes, 13 de febrero de 2012

Recuerda o, sencillamente, búscame.

No me mires así. A mí tampoco me gusta esto. A fin de cuentas, comprendí que perdonar vale la pena, y que olvidar no es necesario. Y no se trata de abandonar, de reemplazar, o de olvidar, se trata de aceptar y seguir. Que te haya lastimado no significa que no te haya querido; y sobre todas las cosas, que no te hable, no significa que no te recuerde. En ocasiones vivimos capítulos aburridos, pero que una vez pasamos al siguiente, los recordamos con cierto cariño por todo aquello que sentimos. Otras veces, las hojas se nos escapan entre los dedos, sin tiempo siquiera para disfrutar esa sensación, y cuando recuerdes ese pequeño trozo de tu vida, siempre tendrás ese recuerdo. Hay protagonistas en cada capítulo, algunos durarán toda la vida, y otros simplemente son actores secundarios de los que debemos aprender algo. Sin embargo, lo más duro es cerrar un capítulo que no queremos terminar, pasar página y dejarlo atrás nos provoca inseguridad, una infinita sensación de vértigo. Tal vez porque esas líneas han sido protagonistas en todos y cada uno de los capítulos de nuestra vida.



"Una persona cambia por dos razones: una, porque aprendió lo suficiente o dos, porque sufrió demasiado."