viernes, 25 de noviembre de 2011

Te quiero por encima de todo.

Siento tantas cosas por ti, que no sé como explicarlas.
Es verte y me quedo sin respiración, me aceleran los latidos, no me salen las palabras, tengo frío al tiempo que tengo calor, te miro y siento algo que nos une, me dan ganas de saludarle en condiciones, pero no puedo…
Me hablas y no contesto porque me quedo mirándote fijamente a los ojos, pocas veces se sienten esas cosas…
Antes de que me gustaras, eras mi amigo, y eso el lo más importante ante todo.
Se que a veces me hartas, que no me convienes y no se lo que quieres, pero no puedo parar de pensar en ti, y cuando lo hago, tengo pesadillas..
Nada me puede hacer cambiar de opinión.
Sé que no me odias, es algo que me alivia saberlo.
Cuando estamos hablando, siento que no hay mejor chico en el  mundo que tú.
Veo muy difícil dejar de pensar en ti en cualquier instante.
Te tengo grabado en el corazón, y piense lo que piense, siempre estarás ahí…
No sé si sonará un poco cursi, pero te quiero por encima de todo, pero no me gusta quererte, no me gusta pensar en ti…
Nadie podrá sentir lo que siento yo al verte, al hablar contigo, al sentirte a mi lado.
Nunca me había pasado con nadie, pero ahora me doy cuenta de que es algo genial y a la vez malo.
Te cogería de la mano, y me iría contigo al fin del mundo, sin importar lo que dijeran los demás. Besarte, sentir tu respirar, tus latidos, sonreír mientras te beso, morderte el labio y levantar la pierna como en las películas. Sentir tus manos en mi cintura, dejarme llevar y pensar: contigo, soy feliz. Y ahí es cuando tú me susurras al oído un te quiero en bajito, que me haga sentir la persona más afortunada del mundo. Pero no es así, todo lo contrario, un simple hola o un adiós.
Quizas me hagas sentir incomoda cuando te veo, pero a la vez feliz, muy feliz, porque sé que estás ahí, deseando que te mire y te diga por lo menos un hola. Pero no puedo, me siento impotente, querer es no poder, y eso es lo que me pasa a mí contigo.
Si supieras todo lo que siento por ti, quizás pensarías las cosas o directamente me dejarías de hablar, con lo cual, no voy a arriesgar, no puedo perder lo poco que tenemos que significa un “todo” para mi.
Y eso no es todo, cada vez que te veo, siento mariposas enormes en mi estómago, que me hacen reír, me sudan las manos, me rilan las piernas, te miro y siento que nadie más existe a mi alrededor. Vuelvo a mi mundo, y todo son voces y gritos, pero hay una persona especial que me llama la atención, con una luz, un brillo, una sonrisa… eres tú.
Tú me haces sentir cosas que nadie es capaz, la felicidad a la velocidad de la luz. Me haces darme cuenta de que te quiero, de que no hace falta que hagas nada, para sacarme un sonrisa.